Zaragoza ha revivido este lunes un hito del cine español: el rodaje de una nueva versión de la primera película del cine español, con un remake rodado en Zaragoza. El director aragonés Miguel Ángel Lamata ha sido el encargado de aportar una mirada contemporánea a esta cinta histórica, adaptándola al lenguaje visual del siglo XXI.
Un homenaje moderno al cine español desde la Basílica del Pilar
La grabación se ha llevado a cabo en el mismo escenario original de 1899: la puerta baja de la fachada este de la Basílica del Pilar, junto a la torre de Nuestra Señora del Pilar. Esta construcción, actualmente en obras, no existía cuando Eduardo Jimeno Correas utilizó su cámara Lumière para filmar la escena original hace 125 años.
En esta nueva versión, Lamata ha sustituido el plano fijo por un plano secuencia, ha grabado a 120 imágenes por segundo y ha incorporado efectos de postproducción digital, además de una cuidada fotografía en color. Todo ello ha convertido el proyecto en un homenaje deliberadamente contemporáneo.
Luisa Gavasa y Olivia Fernández han liderado el reparto
Unas 300 personas han participado en el rodaje, que ha comenzado a las 12:06, poco después de que sonara la jaculatoria de la Virgen del Pilar. Tras cinco tomas bajo el sol del mediodía, el equipo ha dado por buena la escena a la una menos cuarto, provocando los aplausos de los asistentes.
Dos figuras han destacado especialmente en este homenaje cinematográfico: Luisa Gavasa, referente del cine español, y Olivia Fernández, joven promesa del cine aragonés. Lamata ha querido resaltar su papel como símbolos del cine: una que representa el legado, y otra, el futuro.

Aragón ha recordado que fue cuna del cine en España
Tras finalizar el rodaje, Lamata ha confesado que se lo ha pasado “bastante bien” y que ha querido contar, desde Zaragoza, “el mismo cuento” que en 1899: la salida de misa. Ha explicado que su objetivo ha sido aportar “un poquito más de movimiento a la narrativa” y enriquecerla con elementos visuales y sonoros.
Por su parte, Luisa Gavasa ha compartido su emoción por participar en una producción rodada en la basílica donde fue bautizada hace 74 años. “Es un orgullo”, ha expresado. También ha valorado el proyecto como una forma de recordar que “Aragón es tierra de cine” y que todo arte evoluciona con el tiempo.
“Cada tanto es bueno hacer una mirada nueva; ni mejor ni peor, simplemente diferente, que es lo importante y lo que ha hecho hoy Lamata”, ha concluido.