La moda del «lettering», el regreso de la escritura manual a la industria del diseño o la proliferación de artistas de la escritura a tinta marcan la celebración del Día Mundial de la Caligrafía este miércoles 9 de agosto, un arte cada vez más popular frente al dominio de lo digital.
Establecida en 2017 por la compañía británica de útiles de escritura Manuscript Pen Company, esta celebración que se conmemora cada segundo miércoles de agosto pretende poner en relieve una tendencia que, tras ser opacada por los dispositivos electrónicos, goza de una nueva popularidad.
El diseño de letras, tipografías y eslóganes con rotuladores de punta de pincel («brush lettering»), tiza («chalk lettering») y otros elementos como el lápiz («hand lettering») para decorar cuadernos y agendas o incluir en otras elaboraciones cuenta hoy con centenares de videotutoriales en YouTube cuya oleada de éxito fue iniciada hace unos cinco años por un «boom» adolescente y que hoy en día podemos aprender también gracias a libros de caligrafía para adultos.
«Si preguntas en una clase quiénes tienen rotuladores de «lettering», la mitad te levantan la mano, seguro», comenta Daniel Hervás, profesor de diseño gráfico en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Mérida, quien ha observado en sus clases cómo esta moda ha empezado a despertar la atención de un público de todas las edades entre los que se encuentran profesores que desean implementarlo en sus lecciones.
La evolución histórica de la caligrafía permite descubrir al estudioso cómo los textos pasaban «de unos estratos sociales a otros»: así, el paso de la caligrafía románica a la gótica permite identificar cómo los textos pasaron de estar al servicio del pueblo llano a reflejar un estilo más elaborado por considerarse un objeto de ostentación, de elaboración más minuciosa, por parte de la nobleza.
Al margen del «lettering» y el empleo de la caligrafía en el diseño, el regreso de la escritura a mano ha cobrado importancia en otras tendencias recientes como el «bullet journal»: la escritura de agendas en las que las tareas manuscritas se ordenan en un listado acompañado de símbolos que indican el estado de realización de esta y la urgencia de la misma.
Redacción (Agencias)