Una ola de calor es un período prolongado de calor excepcionalmente alto, generalmente con altas temperaturas nocturnas. Durante estos periodos, la demanda de energía aumenta exponencialmente, debido a la necesidad de mantener los hogares frescos, y los expertos explican cómo ahorrar en la factura.
En una época en la que el uso de energía es inevitable, la mayoría de ciudadanos trata de reducir el consumo para conseguir el máximo ahorro posible en la factura.
Desde la nevera que conserva los alimentos pasando por el ordenador usado para trabajar hasta el aire acondicionado que proporciona alivio en días calurosos, la dependencia de la electricidad es constante. Sin embargo, este confort tiene un precio. Esto, sumado al incremento que se ha producido en el coste de la luz en España en los últimos tiempos, se refleja, sin duda, en la factura.
Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la factura de luz de muchos hogares españoles en el mes de junio se incrementó hasta un 10% con respecto al mes de mayo.
Cómo ahorrar en el aire acondicionado
El aire acondicionado, un salvavidas en los días de calor intenso, puede convertirse en el peor enemigo del ahorro si no se utiliza correctamente. Expertos de organizaciones de consumidores como la OCU o del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) dan algunos consejos para ahorrar.
En primer lugar, aconsejan mantener la temperatura adecuada. Configurar el aire acondicionado a temperaturas extremadamente bajas no enfriará el hogar más rápido sino que solo supondrá un pico de consumo energético que se verá reflejado en la factura. Los expertos recomiendan mantener la temperatura del aire acondicionado entre 24 y 26 grados Celsius durante el día y no menos de 22 grados durante la noche.
En segundo lugar, hay que realizar un mantenimiento regular y asegurar de que el aparato está en buen estado. Es aconsejable programar el aparato a una temperatura de entre 24 y 26 grados, suficiente para mantener el hogar fresco y adecuada para ayudar a reducir el consumo de energía. Además, no se debe olvidar limpiar o cambiar los filtros regularmente para evitar la acumulación de polvo y otros residuos que pueden hacer que el sistema trabaje más de lo necesario.
Muchos sistemas modernos de aire acondicionado vienen con características de ahorro de energía, como temporizadores y modos de ahorro de energía. El uso inteligente de estas características puede ayudar a controlar mejor el consumo de energía del sistema de aire acondicionado.
Otros consejos
Junto a todo ello, para mantener los hogares más frescos en verano es recomendable mantener las cortinas cerradas y las persianas bajadas durante las horas pico de calor, es decir, desde la mitad de la mañana hasta el final de la tarde. Este simple gesto puede ayudar a reducir la entrada de calor en el interior de la vivienda, evitando así el uso excesivo de aire acondicionado.
Ventilar la vivienda durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, cuando las temperaturas son más bajas es otra de las acciones clave. Es recomendable crear corrientes de aire que ayuden a refrescar las estancias sin necesidad de recurrir al aire acondicionado.
Las plantas pueden actuar como un aislante natural, ayudando a mantener fresco el interior de las casas. Además, contribuyen a purificar el aire y a crear un ambiente más agradable, por lo que también son un muy buen aliado para ayudar a ahorrar energía.
Por último, hay que asegurarse de que puertas y ventanas estén cerradas cuando el aire acondicionado esté funcionando para evitar la pérdida de aire fresco.
Redacción (Agencias)