Día Mundial de la Croqueta

Cada 16 de enero se celebra el Día Mundial de la Croqueta, uno de los platos preferidos por muchos.

Son pocos a los que no les gustan las croquetas. Esas bolas de besamel, rebozadas y fritas, hacen las delicias de muchos, en todas sus variantes. Por eso, qué menos que dedicarles su propio día en el calendario. Y, por qué no, para celebrarlo comiendo croquetas.

Cómo es una croqueta lo tiene claro todo el mundo. Pero lo que no todos saben es cuál es el origen de este plato, tan típicamente español.

¿Dónde nacieron las croquetas?

Y es que si bien su elaboración y disfrute se ha extendido por toda España, su origen fue, relamente, en Francia. De hecho, fue en la corte del rey Luis XIV, donde el chef Antonin Cáreme preparó una cena para el príncipe de Inglaterra y el Gran Duque Nicolás de Rusia. En un intentó de asombrarles y hacer las delicias de sus paladares, preparó una besamel rebozada con una capa crujiente.

Precisamente, ese fue también el nombre de esta elaboración. Porque el plato fue bautizado como «croquettes à la royale» porque, en francés, «croquant» significa crujiente. De ahí a «croqueta hay solo un paso».

Y si este aniversario se celebra el 16 de enero es porque esta cena tuvo lugar ese día, aunque del año 1817.

Consumo de croquetas en España

Es uno de los platos más populares y, por tanto, de los más consumidos. Tanto es así, que hasta 2019 se consumían, de media, 3 737,6 millones de croquetas al año. Si lo repartimos entre todos los españoles, supone que cada uno consumía 2,1 kg de croquetas al año. Nada más y nada menos que unas 80 unidades.

Eso sí, estas cifras son, como decíamos, hasta 2019, antes de la pandemia. Y esta diferencia es importante, ya que el confinamiento, además de muchas otras cosas, también supuso un incremento en el consumo de croquetas. Tanto es así, que si en 2019 se consumieron 13 393 toneladas de croquetas, en 2020 esta cifra subió hasta las 14 691 toneladas, un 9,6% más. Y eso sin contar con todas las que se elaboraron en las casas, que con tanto tiempo libre, más de uno aprendió a ser un cocinitas.

Lo que está claro es que cada uno tiene sus croquetas preferidas: de pollo, de cocido, de jamón… Pero, al final, si preguntamos, la respuesta casi siempre es la misma: «las mejores croquetas, las de mi madre».

Redacción/ Imagen: Cocinatis