Dormir poco tiene efectos en la salud, también a largo plazo; y es que, según un nuevo estudio que publica la revista “Nature”, las personas que duermen habitualmente 6 horas (o menos) tienen un mayor riesgo de padecer demencia.
Esta investigación llega liderada por científicos de la Universidad de París que han analizado los datos de un estudio de seguimiento llevado a cabo por el University College London a lo largo de un cuarto de siglo.
No obstante, los expertos advierten de que no han podido establecer un patrón de causa-efecto, pero sí que hipotetizan sobre la existencia de un vínculo entre el tiempo que permanecemos dormidos por la noche y el riesgo de desarrollar demencia en el futuro.
Concretamente, aseguran que dormir persistentemente menos de 6 horas, frente a las 7 recomendadas, aumenta en un 30 % el riesgo de tener demencia, al margen de otro tipo de factores de riesgo descritos, como pueden ser los cardiometabólicos o los antecedentes de salud mental.
Cada año se diagnostican unos 10 millones de nuevos casos de demencia en todo el mundo, siendo precisamente la alteración en el sueño uno de los síntomas más comunes.
