Un cuento para dormir

La fórmula del sueco Carl-Johan Forssén Ehrlineste, científico conductual, cuyo libro encabeza las listas de los más vendidos, es clara: «Tienen que aprender a relajarse».

Traducido ya a siete idiomas, «El conejito que quiere dormirse», no solo hace dormir a los niños, sino que también funciona con jóvenes y adultos. En el libro, de 30 páginas, lo importante no es tanto la historia sino cómo se cuenta, ya que está pensando para leerse con unos sencillos métodos de relajación que favorezcan el sueño de los niños.

Leer el libro con calma, poner voz de cuentacuentos, no interrumpir la lectura y acabar de leer el cuento, incluso si el niño ya se ha dormido, son algunas de las recomendaciones que se hacen al inicio del libro para que la lectura sea efectiva.

De esta forma, se combinan tipografías y llamadas al lector para que interactúe con la trama de tal forma que sirven para enfatizar o suavizar las palabras o frases, para para marcar una acción a realizar, por ejemplo bostezar; o para nombrar al niño, de manera que se involucre en la historia.

Redacción (EFE)