La reaparición estelar de Adele

Adele y Paul Epworth lograron romper la racha negativa y conseguir para James Bond su primer Óscar musical por la canción «Skyfall«, del filme del mismo nombre, una misión épica que tras medio siglo de películas del espía solo rozaron previamente tres artistas, entre ellos Paul McCartney.

La británica, que se mostró muy emocionada al recoger el galardón, ofreció además su primera actuación en vivo después de más de un año de retiro en el que fue madre y en el que volvió a coronarse como la cantante que más discos vendió en todo el mundo.

Su último triunfo llega de la mano de su ficticio compatriota, quien es conocido -además de por el Martini con vodka «agitado pero no revuelto»-, porque en cada una de sus 22 entregas fílmicas ha sido arropado por una exuberante carta de presentación musical.

La interpretación de la cantante, nominada junto a Paul Epworth como autora del tema central de la película «Skyfall», del mismo título, se inscribe dentro del homenaje con el que la Academia de Hollywood conmemora los 50 años de cine de James Bond con otra actuación mítica, la de la veterana Shirley Bassey con el clásico «Goldfinger».

Con un vestido de su acostumbrado color negro, el pelo suelto y sus larguísimas uñas, la británica ha demostrado un completo control de los nervios y de su voz tras los problemas de garganta que sufrió a finales de 2011

 Redacción (Agencias)