Un examen ocular completo puede ofrecer pistas clave sobre enfermedades sistémicas como la diabetes, la hipertensión o algunos tipos de cáncer, según ha explicado la revista Women’s Health.
La clave está en que los ojos permiten observar directamente vasos sanguíneos y nervios, sin necesidad de cirugía. Esta ventaja los convierte en una ventana única al estado de salud general. Especialistas como el Dr. Douglas Wisner, del Hospital WillsEye de Filadelfia, han destacado su valor para la detección precoz de enfermedades neurológicas, cardiovasculares y autoinmunes.
Entre los hallazgos más relevantes se encuentran inflamaciones en el nervio óptico, placas de colesterol o cambios vasculares que pueden anticipar trastornos graves, incluso antes de que aparezcan síntomas evidentes. Enfermedades como la retinopatía diabética, la arteritis de células gigantes o el melanoma ocular han sido identificadas a partir de estas señales visuales.
Para lograrlo, los profesionales insisten en la importancia de revisiones con pupilas dilatadas y el uso de tecnologías como la tomografía de coherencia óptica. También se han detectado casos de cáncer, lupus, esclerosis múltiple o miastenia gravis a través de estos controles.
La comunidad médica subraya que un simple cambio visual puede ser el primer indicio de algo más serio, por lo que recomiendan no postergar las visitas al oftalmólogo y mantener una rutina preventiva de cuidados oculares.