Dormir bien no solo ayuda a descansar, también puede tener un impacto duradero en la memoria. Un equipo de investigadores del Baycrest Centre for Geriatric Care, en Canadá, ha demostrado que una sola noche de sueño reparador mejora la capacidad de recordar secuencias de hechos incluso transcurrido más de un año.
El estudio, publicado recientemente, analizó cómo el sueño influye en la consolidación de recuerdos relacionados con el orden de los acontecimientos. A través de pruebas cognitivas realizadas a un grupo de participantes jóvenes y sanos, se observó que quienes durmieron bien después de una tarea de memoria retuvieron mejor el orden de los hechos incluso 12 meses después.
Los investigadores señalan que este hallazgo sugiere un beneficio específico del sueño en la consolidación de los aspectos temporales de los recuerdos, es decir, en cómo recordamos qué ocurrió primero y qué vino después. Según explicaron, este tipo de memoria es fundamental para construir una narrativa coherente de nuestras experiencias.
Además, se comprobó que esta mejora no estaba presente en quienes no durmieron adecuadamente tras la actividad inicial. Esto refuerza la idea de que el sueño no solo protege la memoria, sino que también potencia activamente ciertos tipos de aprendizaje.
Los resultados podrían tener implicaciones importantes en el desarrollo de intervenciones para personas con trastornos de memoria o en procesos de envejecimiento. Aunque los participantes eran jóvenes, los autores creen que los beneficios del sueño para la memoria podrían extenderse a otros grupos de edad.
Este trabajo se suma a una creciente evidencia científica sobre la relación directa entre la calidad del sueño y la función cognitiva, y refuerza la importancia de un buen descanso como herramienta para preservar la salud cerebral a largo plazo.
Redacción (Agencias)