El mejor Cabrales del año ha sido subastado por 36.000 euros, una cifra nunca alcanzada en las 52 ediciones que viene celebrándose el certamen dedicado al queso más reconocido de Asturias y que durante meses madura en cuevas naturales de los Picos de Europa.
Al igual que el pasado año, ha sido Iván Suárez, del Llagar de Colloto, de Oviedo, el que más pujó por hacerse con esta pieza que tampoco tendrá problemas para mantenerse en el Guinnes World Records como el queso más caro de los que se subastan en el mundo este año.
Esta conocida variedad de queso asturiano está en posesión de este récord desde 2018, aunque en esta subasta se han superado en 6.000 euros los 30.000 que el pasado año pagó el Llagar de Colloto en la tradicional puja que el último domingo de agosto se lleva a cabo en Arenas de Cabrales.
En esta ocasión, ha sido un pieza de unos dos kilos y medio elaborada por la quesería Ángel Díaz Herrero, de Tielve, la que ha sido seleccionada por el jurado como la mejor de los quince productores que participaron en el concurso y que fue objeto de la posterior subasta.
La puja por hacerse con este queso comenzó con un precio de salida de 3.000 euros y la participación de nueve establecimientos hosteleros de Asturias y Madrid -cuatro de ellos participaban por primera vez-, entre los que se encontraba el Llagar de Colloto, que ya se hizo con el Mejor Queso Cabrales de las cuatro últimas ediciones.
En 2018, este restaurante pagó 14.300 euros por la pieza ganadora del concurso y se hizo con el primer Guinness World Record al queso más caro del mundo en subasta, cifra que un año más tarde batió de nuevo al pagar 20.500 euros, y de nuevo en 2023, cuando llegó hasta los 30.000.
En 2022, tras dos años de pandemia en los que no se celebró el certamen, el Llagar de Colloto desembolsó 17.000 euros por la pieza ganadora.
Redacción (agencias)