Así lo ha revelado una investigación dirigida por la Universidad de Alcalá.
El estudio ha contado con la participación de científicos de 12 países, que analizaron datos de más de 125.000 parcelas forestales de Europa y América del Norte para demostrar que las especies de árboles del hemisferio norte están empezando a volverse más densas en las regiones más frías y húmedas.
El estudio, publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, ofrece la primera evidencia cuantitativa de que el cambio climático está impulsando este cambio en el número de árboles de cada especie en los bosques templados a escala continental.
Investigaron si los cambios en la densidad de los árboles podían atribuirse a características específicas de cada especie, como la tolerancia a las condiciones áridas o su capacidad de dispersión. El estudio no identificó ningún rasgo único de las especies de árboles como decisivo para estos cambios.
Comprender cómo las especies forestales están respondiendo al cambio climático aumentando su densidad en estas regiones más septentrionales es esencial para planificar la conservación, la gestión y la restauración de los ecosistemas.
“Algunas especies arbóreas que actualmente se utilizan para restaurar ecosistemas en Europa podrían dejar de ser adecuadas para estas regiones en un futuro cercano”, señala Thomas Pugh, de las universidades de Lund (Suecia) y de Birmingham, quien además ha afirmado: “Los programas de reforestación masiva planificados como solución para capturar y almacenar dióxido de carbono de la atmósfera podrían tener una eficacia limitada si no tienen en cuenta estas respuestas”.
Redacción (Agencias)