Luz María, taxista en Madrid, nos ha contado la anécdota que vivió cuando al solicitar un servicio le preguntaron si aceptaba mascotas. No se trataba de un perro, ni de un gato, ni de canarios… sino de ¡una cerdita!
Luz María, taxista en Madrid, nos ha contado la anécdota que vivió cuando al solicitar un servicio le preguntaron si aceptaba mascotas. No se trataba de un perro, ni de un gato, ni de canarios… sino de ¡una cerdita!