Aprende a usar y elegir tu acondicionador perfecto

Cuidar el cabello es una de las prioridades clave a la hora de mantener una buena apariencia física que aporte seguridad y bienestar. Junto al champú, uno de los productos para el cuidado del cabello más comunes que encontramos es el acondicionador. Además de la hidratación, también ofrece numerosos beneficios para garantizar la salud general del cabello ya que retiene la humedad en el cuero cabelludo y el cabello, y fortalece su tallo para mejorar la elasticidad. Pero la primera pregunta que nos surge es:

¿Qué es el acondicionador para el cabello?

Un acondicionador es un producto enriquecido con ingredientes nutritivos, hidratantes y protectores que mejora la apariencia del cabello al restaurar la humedad perdida al mismo tiempo que lo protege. Este producto post-champú es imprescindible en tu rutina de cuidado del cabello porque los champús despojan al cabello de sus aceites naturales y su humedad. Esto hace que el cabello se seque, se vuelva opaco y encrespado.

Usar acondicionador para el cabello, especialmente uno elaborado con productos naturales, puede ser la mejor línea de defensa contra este daño. Los acondicionadores contienen alcohol graso, aceites y otros emolientes que pueden hacer que el cabello esté suave, sano y flexible. Algunos también contienen proteínas, que pueden unir las puntas abiertas, y agentes espesantes para darle la apariencia de una cabellera más voluminosa. También pueden reparar el cabello seco y dañado al adherirse al cabello y reducir la estática.

Los 4 beneficios del acondicionador:

1. Hidratación:

Es clave para garantizar el bienestar general del cabello. Así como le darías a tu cuerpo mucha agua para asegurar la hidratación y aplicarías una crema hidratante para mantener tu piel suave y flexible, es necesario usar acondicionador para satisfacer las necesidades de hidratación del cabello. Un acondicionador para el cabello es un humectante eficaz que ayuda a sellar la cutícula, acondiciona el cabello para minimizar el frizz y le da más volumen. En esencia, repone la humedad perdida para que el cabello esté más saludable e hidratado.

2. Proporcionar humedad:

Los champús limpiadores pueden eliminar la humedad y los aceites naturales junto con las impurezas. Esto puede hacer que el cabello esté opaco, seco y áspero. El acondicionador, que se compone de tensioactivos catiónicos, es el aliado clave para reponer la humedad perdida. Un acondicionador nutrirá el cabello y bloqueará la humedad para reducir el frizz y hacer que el cabello esté suave, brillante y más manejable.

3. Protección de la fibra capilar:

Las herramientas a base de calor y los químicos en los productos para el cuidado del cabello pueden darle ese peinado que buscas, pero también pueden hacer que el cabello se seque, se vuelva quebradizo y sea más propenso a dañarse. El uso regular de acondicionadores para el cabello puede proteger tu cabello del daño. Muchos acondicionadores en el mercado pueden proteger el cabello tratado químicamente y minimizar el daño causado por herramientas de peinado con calor, como secadores y rizadores. Si periódicamente se utilizan herramientas de calor y productos químicos en la melena, es recomendable además utilizar productos que vengan con protección UV. Esta característica evitará que el cabello teñido se desvanezca demasiado rápido.

4. Desenredar el cabello

¿Estás cansado de tener el cabello enredado? ¿O tal vez tienes el cabello suelto y rebelde? Si es así, necesitas usar un acondicionador para el cabello, el cual crea una capa protectora alrededor de los mechones que facilita el peinado al reducir nudos y el encrespamiento. Hace que el cabello sea más suave y terso para que sea más sencillo cepillarlo y peinarlo sin dañar la su cutícula.

¿Cómo se utiliza un acondicionador para el cabello?

Después del champú, aplicar acondicionador es el segundo paso al lavar el cabello.

1. Utiliza una cantidad de acondicionador del tamaño de una moneda de tamaño medio en la palma de tu mano.

2. Aplícalo uniformemente sobre el cabello mojado.

3. Asegúrate de haber exprimido un poco de agua de tus mechones después del champú, o diluirá el producto y lo hará menos potente.

4. Utiliza un acondicionador de tratamiento que puedas utilizar de raíz a punta para conseguir doble función: tratamiento y cuidado del cabello.

5. Concéntrate en las puntas de tu cabello, que suele ser la parte más seca.

6. Usa tus dedos para aplicar el producto en tu cabello. También puedes utilizar un peine de dientes anchos para una distribución más uniforme.

7. Déjalo reposar durante 2-3 minutos para que actúe. Enjuágalo bien hasta que desaparezca lo resbaladizo.

8. Después de salir de la ducha, envuelve el cabello con una toalla sin friccionar el cabello.

¿Cómo elegir el acondicionador adecuado?

Desde DS Laboratories® nos recuerdan que este tipo de producto no solo se centran en la salud del cabello, sino también en la del cuero cabelludo. Por eso motivo se aplican desde la raíz, dejando actuar durante 2 minutos y, tras ese breve periodo de tiempo, aclararlo.

REVITA® Acondicionador ofrece un potencial sin precedentes proporcionando importantes beneficios contra la disfunción folicular (prolongando su productividad) y mejorando la salud del cuero cabelludo.

Si necesitas un acondicionador perfecto como tratamiento anticaída y estimulante folicular con acción antioxidante y antiinflamatoria para todo tipo de cabello, tu opción es REVITA.CBD® Acondicionador ya que cuenta con una fórmula con CBD de amplio espectro.

Por su parte, RADIA® Acondicionador humecta y suaviza activamente la fibra capilar consiguiendo un cabello suave, brillante y fácil de peinar, y una piel cabelluda fresca, limpia y revitalizada.

Por último, NIA® Acondicionador nutre, repara y fortalece el cabello maltratado, seco y sin brillo; y NIA® Fix es un sistema de reestructuración profunda para el cabello dañado o químicamente tratado que cuenta con ingredientes como Aloe barbadensis, Polisilicona-15, L-arginina y Amodimeticona, los cuales ayudan a fortalecer y engrosar tu cabello, además de repararlo si ha sido dañado químicamente o por el calor.