Enero deja temperaturas récord

Ávila, Valdezcaray, Haro, Cádiz y Córdoba son algunas de las ciudades españolas que registraron récords de temperaturas máximas absolutas la semana pasada y en especial el pasado miércoles 24 de enero, según el informe sobre anomalías térmicas de este mes facilitado hoy por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El documento precisa que «no es fácil destacar ninguna provincia» en concreto puesto que se han batido «numerosos récords» y «con carácter muy general» en diversos puntos de España.

Este tipo de anomalías, con superación incluida de valores máximos, se presenta cada vez con mayor frecuencia en España, especialmente en la región mediterránea, con valores en principio asociados a las olas de calor pero -como demuestra este estudio- también fuera del período estival.

De acuerdo con la tabla facilitada por Aemet, entre otras localidades con subidas destacadas Ávila registró 20,8 ºC de máxima frente al récord anterior de 19,6 (en 2007), Valdezcaray alcanzó 17,3 ºC frente al anterior de 13,9 (en 2013), Haro llegó a 20,5 ºC frente al anterior de 18,8 (en 2016), Cádiz subió hasta 24,1 ºC frente al anterior de 22,5 (en 2007) y Córdoba aeropuerto experimentó 23,5º C frente al anterior de 22,9 (en 2007).

El documento indica que la frecuencia de aparición de récords en series de registros muy largas «está aumentando muy rápidamente», sobre todo en el caso de las temperaturas máximas diarias, pero advierte de que los anticiclones invernales son un fenómeno «típico» de los meses de diciembre y enero y que el actual es un suceso «aislado» que no debe vincularse al cambio climático directamente.

Ahora bien, considera que existen dos factores particulares en este caso: el valor de la presión en altura en «una estructura dorsal muy potente con valores excepcionales» y la masa de aire cálida del suroeste aportada por el anticiclón, que contribuyó a elevar tanto las temperaturas.

Aemet estima que se están produciendo cambios en el comportamiento general de los patrones clásicos tras detectar un «alargamiento evidente» del período estival «en casi todo el territorio» desde 1940, de manera que en promedio los valores actuales son un mes más extensos que en el pasado.

Ello permite prever que España, junto con todos los demás países del área mediterránea experimentarán progresivamente una temperatura media más elevada con una mayor frecuencia de fenómenos extremos, incluyendo «precipitaciones más intensas que las del período preindustrial».

En lo que respecta al invierno, la evolución hacia una estación cada vez más suave frente a los rigores de otras épocas «se empezó a manifestar a principios de los años 80» y de forma más marcada «casi sin discontinuidades a partir de 2012».

Redacción.