El pasado 8 de octubre, Roger Waters dio un concierto en el London Palladium. El problema fue creciendo como una bola de nieve desde que el artista llegase 15 minutos tarde a su cita. Una vez allí el concierto se dividió en varias partes, opacando las primeras la lectura de sus memorias inéditas “Dark side of the moon: Memories of a Lanky Prick”.
El público, expectante por escuchar la nueva versión de “The dark side of the moon”, comenzó a ponerse nervioso al ver que el artista sacaba su portátil y les leía pasajes de su libro. Al notar al público cada vez más descontento, Roger Waters, presuntamente, les dijo que se fueran a la mierda.
Esto parece un capítulo más de su lado oscuro, pues ha sido recientemente acusado de antisemita por parte de personas muy cercanas al artista. Roger Water se ha referido a estas acusaciones en un documental como “una pieza de propaganda endeble”.
Redacción: Álvaro Serrano.