Francia se lleva el tesoro

La batalla legal entre Francia y una compañía «cazatesoros» por la propiedad del pecio del buque «La Trinité», hundido a mediados del siglo XVI frente a las costas de Cabo Cañaveral, en Florida, apunta como vencedor al país europeo, según la reciente orden del juez encargado del caso.

Desde 2016 la empresa Global Marine Exploration mantiene una pugna legal por la posesión del pecio de «La Trinité», un barco de tres mástiles francés naufragado hace más de 450 años frente a Cabo Cañaveral a causa de un fuerte huracán.

La compañía de exploración marina hizo público ese año el hallazgo de los restos del barco (cañones, anclas y otros artefactos) y reclamó su pertenencia, lo que llevó a un pleito con la República de Francia, país que ha defendido desde el primer momento sus derechos sobre su patrimonio subacuático.

Este largo pulso ha tenido un resultado favorable a los intereses franceses después de que el juez federal Allen Winsor, en un tribunal en Tallahassee (la capital del estado de Florida), dictara el pasado 29 de septiembre en una sentencia sumaria en la que desestima las reclamaciones de Global Marine Exploration .

En el documento de 24 páginas, el magistrado señala que el hecho de que el barco encontrado por Global Marine Exploration fuera «La Trinité», que sirvió como buque insignia del capitán francés Jean Ribault para reforzar la presencia colonial francesa en Florida, «significa que es propiedad soberana de Francia».

GME argumenta que el barco, cuando se hundió, transportaba mercancías y colonos al Nuevo Mundo y no estaba implicado en ninguna operación bélica o conflicto militar, ya que Francia y España ni siquiera estaban en guerra en ese momento, señaló la empresa.

Sin embargo, las autoridades francesas, a través de su abogado estadounidense James Goold (el mismo que defendió los intereses españoles en el «Caso Odyssey») ofrecieron pruebas de que el barco era considerado un buque militar en el momento de su hundimiento.

SEMEJANZAS CON EL «CASO ODYSSEY»

El caso presenta semejanzas con el litigio legal que España mantuvo durante cinco años en un tribunal de EE.UU. con la empresa estadounidense Odyssey para que le devolviera el tesoro recuperado de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, extraído del fondo del mar (cerca de las costas de Portugal) sin permiso de las autoridades españolas.

Un juez de Tampa (en la costa oeste de Florida) dio la razón a España y dictaminó que el tesoro de la fragata «Mercedes» debía ser devuelto a España, un fallo que en 2012 confirmó el Tribunal Supremo de EE.UU. al rechazar el recurso de urgencia interpuesto por Odyssey para la suspensión de la ejecución de la sentencia.

La «Mercedes» fue hundida por una escuadra inglesa el 5 de octubre de 1804 cuando volvía a Cádiz desde América cargada con más de 500.000 monedas de plata y oro, un cargamento que fue expoliado en 2007 por Odyssey.

Redacción (Agencias)