Según ha señalado la ONU, los océanos pierden un total de 6.000 millones de toneladas de arena marina al año por extracciones humanas.
Esto equivale a más de un millón de camiones tipo volquete cada día, una situación que impacta de manera significativa en la biodiversidad y las comunidades costeras. Esta información viene de la mano de Marine Sand Watch. Se trata de la primera plataforma mundial de datos sobre la extracción de arena y otros sedimentos en el medio marino.
Marine Sand Watch indica que cada año se dragan entre 4.000 y 8.000 millones de toneladas de arena y otros sedimentos en el medio marino y costero. Son los datos de los años 2012 y 2019 y muestran que la escala del dragado está creciendo.
De este modo, el mundo se acerca a una tasa de reposición natural de 10.000 a 16.000 millones de toneladas por año que necesitan los ríos para mantener los ecosistemas costeros y marinos.
La extracción de arena y grava en aguas poco profundas es fundamental para diversas actividades de construcción, si bien representa una amenaza para las comunidades costeras ante el aumento del nivel del mar y las tormentas, ya que se necesitará arena marina para construir defensas costeras y soportar infraestructuras energéticas marinas, como turbinas eólicas o de olas.
Disparidad regulatoria
Sin embargo, extraer arena pone en riesgo los ecosistemas costeros y de los fondos marinos, incluida la biodiversidad marina afectada por la turbidez del agua y los cambios en la disponibilidad de nutrientes y contaminación acústica. Además, también puede afectar a la salinización de acuíferos y el futuro desarrollo turísticos.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) ha recomendado detener la extracción de arena en las playas y el sistema activo de arena entre la playa y la osta con el fin de extraer arena como recurso, y establecer una norma internacional sobre extracción de arena en el medio marino.
Redacción.