Una de cada diez parejas se separan en verano

Y una de cada cuatro discute al menos una vez durante las vacaciones.

Estos son algunos de los datos que ha señalado el psicólogo de la Unidad de Psiquiatría del Hospital La Salud de Valencia Tony Crespo, que «desde la experiencia profesional» ha observado que en las consultas postvacacionales se nota un incremento importante de terapias de pareja. Esto se debe, principalmente, a los roces y discusiones que surgen durante el periodo vacacional.

Según han señalado los expertos, el periodo vacacional provoca cambios muy significativos en las rutinas. Durante todo el año las familias sufren las consecuencias del día a día, los ritmos frenéticos rutinarios hacen que las parejas queden relegadas a «un segundo lugar» por falta de tiempo de dedicación.

Durante las vacaciones, todas las responsabilidades quedan en suspenso hasta septiembre, y pasan a primer plano las relaciones con amigos y sobre todo con las parejas, por lo que hay más posibilidad de «roces».

Cambio de reglas

Muchas parejas llegan a las consultas frustrados después de verano, porque creen que han perdido “su tiempo” de vacaciones y que prácticamente no han hecho nada.

Normalmente, en una relación de dos, uno tiene un papel de organizador y otro carga con el peso de simplemente obedecer y no interferir en las decisiones del otro para no generar malestar. Los conflictos surgen cuando el que siempre sugiere se cansa y pasa entonces toda la responsabilidad del tiempo de vacaciones al otro, quien no sabe cómo hacerlo, porque nunca ha tenido la oportunidad.

La importancia de la comunicación

Crespo ha señalado que «una vez más nos encontramos ante una mala comunicación de pareja previa, donde se da por hecho que uno de los dos miembros es el que ‘debe o sabe’ hacer mejor esa tarea; que tal y como indicamos es cosa de dos»

Además, ha puntualizado que el verano puede poner a prueba muchas relaciones, pero si existe una relación sólida y sana en la que hay más aspectos positivos que negativos, no hay motivo para que una discusión signifique que las cosas no van bien o que lleven a una ruptura.

Redacción.