Los expertos advierten que el Mediterráneo va camino de convertirse en una sopa marina de microplásticos que acumula cientos de gramos de este material por kilómetro cuadrado, lo que supone un problema importante y serio para sus especies, su ecosistema e incluso para el ser humano por la ingesta de pescado contaminado.
Los microplásticos están en todas partes y, aunque queda mucho por conocer de sus posibles efectos, en el Mediterráneo, que es solo un 1 % del océano, representan el 7 % de los residuos globales. El consumo de plásticos ha aumentado considerablemente en los últimos años y que ello ha provocado un efecto acumulativo por un déficit de gestión y por vertidos de toda la basura que ya está degradándose y resulta difícil eliminar.
Y todo ello en un mar como el Mediterráneo, cerrado y rodeado por más de 18 países, que renueva sus aguas una vez cada cien años y que alberga una gran cantidad de residuos, de los que más del 95 % son plásticos.
La solución, aseguran los biólogos, pasa por reducir el consumo, comenzando por nuestras propias casas, y con nuestra fuerza de consumidor intentar mover el mercado hacia alternativas más conscientes con nuestro medio ambiente.
Redacción (Agencias).