El cine de los 80

En los años 80 comenzaron las grandes producciones y las sagas de películas que marcarían un antes y un después en la vida de las generaciones de esa época y en las venideras. La nostalgia por aquella década maravillosa ya no se limita al imaginario de Spielberg-Lucas, sino que dio lugar al comienzo de la carrera de actores que hoy en día están en el olimpo del mundo del cine. Además, esa nostalgia de la que hablamos se refleja en series actuales y películas que vuelven a tomar la estética y  la forma de narrar de la época.

Nosotros, hemos querido rendir homenaje al séptimo arte eligiendo las películas que, a nuestro parecer, son las mejores y más recordadas de esa década. Sabemos que nos dejamos muchas y hemos hecho una selección por géneros, pero es un trabajo excesivamente laborioso meter todas y cada una de ellas.

CIENCIA FICCIÓN

El imperio contraataca (Irvin Kershner, 1980)

El episodio V de la saga que ha marcado un antes y un después en el orgullo freaky. La ficción de la película se sitúa tres años después de la destrucción de la estación espacial de combate conocida como la Estrella de la Muerte, En este episodio se desarrolla la historia de amor entre Han y Leia, mientras que Luke aprende más sobre los caminos de la fuerza de la mano del maestro Yoda. Quién no recuerda este peliculón y su mítica frase “Luke, yo soy tu padre”.

El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983)

Aquí tenemos la VI entrega de la Guerra de las Galaxias. se revela que el Imperio ha comenzado la construcción en secreto de la Segunda Estrella de la Muerte, mucho más poderosa, grande, armada y mejor defendida que la versión anterior, con un escudo de energía que la convierte en una estación espacial invisible a los sensores y sistemas de ataque de otras naves de combate. De esta película lo que ha quedado en el imaginario colectivo es la imagen de Jabba de Hutt con la princesa Leia como mascota.

La Historia Interminable (Wolfgang Petersen, 1984)

Escondido en el desván de su colegio, Bastian devora durante las horas de clase un libro enigmático, ”La historia interminable”, que relata la paulatina destrucción del Reino de Fantasía. Una especie de ”Nada” misteriosa destruye el país y a las criaturas que lo habitan. A medida que avanza en la lectura, Bastian se da cuenta de que la salvación de Fantasía depende de él, de que consiga entrar dentro del libro. La banda sonora Never Ending Story también ha pasado a ser parte de la historia, y una de nuestras favoritas.

Regreso al futuro (Robert Zemeckis, 1985)

Tras su estreno se convirtió en la película más exitosa de ese año. La historia trata sobre Marty Mcfly, un joven de 17 años que tiene una peculiar amistad con un científico chiflado, Doc, que ha construido una máquina del tiempo (el ya conocidísimo DeLorean) que los llevará a la época en la que los padres del muchacho tenían su misma edad, teniendo que volver a su época sin causar estropicios en la línea temporal. Hoy en día, los aclamados dibujos de Rick y Morty están basados en esta extraña relación.

Blade Runner (Ridley Scott, 1982)

La acción ocurre en una versión distópica de la ciudad de Los Ángeles, en el año 2019. Mediante tecnología se construyen humanos artificiales, llamados replicantes, a los que se les manda realizar trabajos peligrosos e incluso se les utiliza como esclavos. Como no podía ser de otra forma, acaban hartos y forman un motín contra la humanidad, que ahora tendrá que deshacerse de ellos. La película tuvo criticas muy dispares, pero se convirtió en todo un cine de culto.

Terminator (James Cameron, 1984)

Un robot, un jovencísimo Arnold Schwarzenegger, regresa al pasado, desde el 2029, para salvar a John Connor, un adolescente que marcará el futuro de la humanidad, asediada por las máquinas en el futuro, siendo el jefe de la rebelión contra los robots. No ha sido la única película de este humanoide, él mismo lo dijo, “volveré”.

E.T. El extraterrestre (Steven Spielberg, 1982)

El gran director nos trae esta película de culto que todo el mundo recuerda con un especial cariño, por la relación que mantiene el extraterrestre con los dos hermanos que tratan de salvarle de las garras del gobierno. El pequeño y cabezón alienígena trata de contactar con su planeta para poder regresar. Como anécdota contaremos que la pequeña Drew Barrymore confesó hace poco que, durante el rodaje, pensaba que E.T era real, tanto que el director puso a varias personas tras la marioneta para que entablasen conversación con la pequeña.

ACCIÓN

En busca del arca perdida (Steven Spielberg, 1981)

Fue la película de mayores ganancias de ese año. El arqueólogo Indiana Jones viaja a un templo peruano para conseguir una estatuilla, pero tienen que salvar muchos obstáculos, no solo en el templo, para poder hacerse con ella. Todo el mundo tenemos grabada en nuestra memoria, la escena de Harrison Ford corriendo delante de una piedra redonda gigante.

Indiana Jones y la última cruzada (Steven Spielberg, 1989)

En esta entrega, Indiana Jones tiene que salvar a su padre, quien se encontraba bsucando el Santo Grial. No solo rescatará a su padre, sino que, ya que está, se hace con la reliquia, zafándose de los nazis.

Jungla de cristal (John McTiernan, 1988)

Un grupo de terroristas se apodera de un edificio y toma rehenes. El policía interpretado por nuestro querido Bruce Willis consigue escapar y aunque está solo, se enfrente a los secuestradores y se convierte en la única esperanza para los rehenes. Todo el mundo se quedó pegado a las butacas de las salas de cine viendo como el protagonista urdía y llevaba a cabo un plan de los más extravagante, pero certero.

GUERRA

El submarino (Wolfgang Petersen, 1981)

Un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial es el escenario en el que un grupo de jóvenes soldados, dispuesto a defender su patria, tendrá que someterse a una dura convivencia, tras descubrir que han sido enviados a realizar una misión probablemente suicida. Esta película, no apta para claustrofóbicos, consiguió tener un gran número de nominaciones a los Oscar y Globos de Oro.

Masacre (Ven y mira) (Elem Klimov, 1985)

Película que celebra el 40 aniversario de la victoria aliada de la Segunda Guerra Mundial, relata, a través de los ojos de un niño (cada vez más alejado de la vida de un chaval de su edad y convertido prematuramente en adulto) las atrocidades vividas durante esta guerra. La película es bastante dura y hay que tener un estómago de hierro para poder verla hasta el final.

La chaqueta metálica (Stanley Kubrick, 1987)

La historia sigue a un pelotón de infantes del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos a través de su entrenamiento en Carolina del Sur. Desde ese lugar, se centra principalmente en dos soldados, Bufón (Modine) y Patoso (D’Onofrio), que tienen que lidiar con su instructor, el sargento de artillería Hartman (Ermey), quien tiene talante bastante abusivo.

MAFIA

Érase una vez en América (Sergio Leone, 1984)

Considerada una de las mejores películas de Robert de Niro y una de las mejores películas sobre la mafia. Cuenta la historia de unos jóvenes que crecieron durante la Ley Seca y acabarán convirtiéndose en una de las bandas más poderosas del barrio.

El precio del poder (Brian De Palma, 1983)

Este remake sigue la estela de El Padrino. Scareface, título original, cuenta la historia de un emigrante cubano frío e implacable que se instala en Miami con el propósito de convertirse en un gánster importante, y poder así ganar dinero y posición.

Los intocables de Eliot Ness (Brian de Palma, 1987)

Chicago, años 30. Impera la ‘Ley seca’, que prohíbe la venta de alcohol. El idealista agente federal Eliot Ness (Kevin Costner) persigue implacablemente al gánster Al Capone (Robert De Niro), amo absoluto del crimen organizado en la ciudad. La falta de pruebas le impide acusarlo de asesinato, extorsión y comercio ilegal de alcohol, pero Ness, con la ayuda de un par de intachables policías reclutados con la ayuda de un astuto agente, intentará encontrar algún medio para inculparlo por otra clase de delitos. La escena de la escalera en el metro, a la manera de Eisenstien, es uno de los homenajes más perfectos que se han visto nunca.

TERROR

El resplandor (Stanley Kubrick, 1980)

Considerada, si no la mejor, una de las mejores películas de Kubrick. Es un viaje a la locura que puede provocar el aislamiento y también a la obsesión basada en el libro homónimo de Stephen King, quién declaró que la película no le llegó a gustar mucho. Quién no se acuerda de Jack Nicholson con el rostro desencajado apareciendo por el agujero de la puerta que él mismo había hecho con un hacha.

Viernes 13 (Sean S. Cunningham, 1980)

La historia de un grupo de adolescentes que acuden a un campamento con una terrible leyenda negra es una de las películas de cine de terror con más éxito -y más secuelas- del género. De aquí han nacido un sin fin de películas con la misma trama, el mismo entorno e igual tipo de asesino en serie.

Aliens, el regreso (James Cameron, 1986)

La secuela de Alien, el octavo pasajero, se volvió una película no tanto de terror, ya que el director decidió añadir mucha más acción y aventura a este ser infernal y parasitario de cabeza alargada y baboso.

La cosa (John Carpenter, 1982)

Aquí tenemos otro remake. La película, una especie de reverso tenebroso de ‘E.T.’ donde en una estación experimental de la Antártida el equipo comienza a ser asesinado por una criatura sin forma, fue un desastre en taquilla, pero el tiempo la ha acabado poniendo en su lugar como una de las mejores películas de John Carpenter. Vale que los efectos hoy en día no sean para tirar cohetes, pero en esa época daba mucho miedo.

COMEDIA

¡Aterriza como puedas! (Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker, 1980)

Nunca ha funcionado tan bien el humor absurdo, o inteligente, no sabemos describirlo muy bien, tan solo podemos decir que es una de las películas con la que más nos hemos reído hasta llorar. Considerada una obra maestra, cuenta la historia del vuelo 209 de la Trans American sale de Los Ángeles con destino a Chicago. Entre el pasaje se encuentran una serie de curiosos personajes. Entre ellos, un ex-piloto de combate que, en pleno vuelo, se verá obligado a hacerse con el mando del avión comercial, tras quedar los pilotos indispuestos por una comida en mal estado. No es que no queramos contar la trama, es que es complicado.

Los Cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984)

Comedia con algunos toques de ciencia ficción y temática paranormal. Cuatro amigos y compañeros se dedican a cazar fantasmas y seres de otros planos, aunque parece que no les va muy bien el negocio hasta que tienen que enfrentarse al peor escenario de todos, el fin del mundo. No es por nada, pero para nosotros, lo mejor de la película es el fantasma de nombre “Moquete”.

Hannah y sus hermanas (Woody Allen, 1986)

Es por todos conocido el fino humor de este director de cine. Tres hermanas de caracteres muy diferentes, hijas de un matrimonio de actores, mantienen entre sí una estrecha relación. La mayor, Hannah, la que tiene un carácter más fuerte, está casada con un rico empresario y su vida parece equilibrada, perfecta. Actriz de éxito, esposa y madre ejemplar, se ha convertido en el centro de gravedad de toda la familia. Holly, la segunda, sensible e inestable, sueña con ser actriz. Lee, la pequeña, es una ex-alcohólica que vive en una buhardilla del Soho con un pintor minimalista mucho mayor que ella. Mucho menos afortunadas que Hannah, las hermanas suelen recurrir a ella cuando necesitan consejo o tienen problemas económicos. Pero esta situación comienza a tambalearse cuando Elliot, el marido de Hannah, se enamora de una de las hermanas de su mujer.

Buenos días, Vietnam (Barry Levinson, 1987)

No podíamos no mencionar al gran Robin Williams, el dios del humor. Durante la guerra de Vietnam, un locutor de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, llega a Saigón para entretener a los soldados desplegados en Vietnam. Al principio todo es diversión, pero poco a poco los jefes se darán cuenta de que sus comentarios acerca de la guerra no son «políticamente correctos». Por lo mismo, deciden expulsarlo y enviarlo de nuevo a su hogar, mientras que en la radio colocan sucesores que no dan la talla y no gustan tanto como él. Los soldados le piden que vuelva, sin saber que le expulsarían por sus comentarios.

La princesa prometida (Rob Reiner, 1987)

Rob Reiner descubrió una fórmula propia con un encanto inimitable: aventuras, romance, magia, capa y espada y acertijos. Con esta desternillante película, muchas personas descubrieron el mundo mágico y el encanto que se esconde tras él, sin dejar de lado la crítica y la burla.

OTROS TÍTULOS

Mi vecino Totoro (Hayao Miyazaki, 1988)

Se ha convertido en el icono más reconocido del estudio y la mejor de sus películas para ver en familia ahora que están en Netflix. Nadie puede resistirse al carisma indiscutible de Totoro ni no emocionarse con esa historia de amistad entre él y las niñas Satsuki y Mei. Si no fuera por todas las obras maestras que seguiría haciendo su director décadas después, diríamos que es la mejor película de Hayao Miyazaki.

El club de los poetas muertos (Peter Weir, 1989)

El profesor con el que todos soñábamos y que nunca existió, la película con la que una generación descubrió qué era el ‘carpe diem’. En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía gracias al Sr. Keating, un excéntrico profesor que despierta sus mentes por medio de métodos poco convencionales.

Rain Man (Barry Levinson, 1988)

Charlie Babbitt (Tom Cruise), un joven egoísta que espera heredar la fortuna de su difunto padre, se entera de que el beneficiario es su hermano Raymond (Dustin Hoffman), un autista al que no conoce, porque ha vivido siempre recluido en un centro especial. Ambos harán un largo viaje a través de los Estados Unidos. Al principio, a Charlie, el extravagante comportamiento de su hermano lo irrita y lo desconcierta, pero, poco a poco, aprenderá a conocerlo y a quererlo. Todo un drama con final feliz.

Dirty Dancing (Emile Ardolino, 1987)

Ambientada en los años 60. Un experto profesor de baile y un amante consumado y una aburrida e inocente adolescente de 17 años se encuentran un verano y, aunque pertenecen a clases sociales muy distintas, cuando la música suena y bailan al ritmo del dirty dancing, las diferencias que los separan desaparecen. Una de las películas románticas que ha marcado a toda una generación, y llevado a más de una persona a urgencias con algún hueso roto por intentar replicar el paso de baile.

Álvaro Serrano.