París, la ciudad del amor, se ha fijado en una de las caras menos contadas del artista Pablo Picasso con una nueva exposición llamada “Picasso y la Prehistoria”. Esta nueva combinación artística podrá ser visitada en el Museo del Hombre de París a partir del 8 de febrero en honor al 50 aniversario de la muerte del artista.
La influencia de los hallazgos arqueológicos del siglo XX y del arte primitivo son las características que conforman esta exposición junto a diferentes objetos prehistóricos, originales o copias de taller del propio Picasso.
El diálogo entre ambos elementos mostrará «un tema que no era desconocido, pero que nunca había sido el centro de una exposición», explica a EFE la comisaria Cécile Godefroy.
«Picasso, como numerosos contemporáneos, está absolutamente fascinado por la prehistoria«, cuenta Godefroy, «les da un nuevo conocimiento del arte, que hasta el siglo XIX estaba circunscrito a la hegemonía clásica».
UNA FUSIÓN ENTRE EL ARTE Y LO PRIMITIVO
La exposición, que cuenta con el patronato del presidente francés, Emmanuel Macron, presenta desde cinco aproximaciones distintas la influencia del arte primitivo en el trabajo de Picasso, situando sus objetos de fascinación (como esculturas primitivas de cuerpos humanos o pinturas de cuevas) junto a las obras del artista.
La Venus de Lespugue inspiró el modelaje del cuerpo humano en pinturas como «Femme lançant une pierre» (Mujer lanzando una piedra, 1931) y en su «Venus del gas» (1945) elaboró una representación moderna de las deidades primitivas.
«Picasso y la prehistoria» se enmarca dentro de la «Celebración Picasso 1973-2023», proyecto iniciado por el Museo Picasso-París en colaboración con los gobiernos de España y Francia que propondrá medio centenar de exposiciones a lo largo del 2023 en Europa y América del Norte para recordar el trabajo del artista.
Redacción (Agencias)
