Los riesgos de los petardos

Los petardos y demás artículos pirotécnicos se asocian a la Navidad, pero como advierte la Guardia Civil: “No es un juego de niños”. La carga explosiva no es insignificante en muchos casos y pueden albergar mucho peligro.
La venta en mercadillos navideños, bazares o puestos ambulantes no está permitida, toda vez que no reúnen las condiciones exigidas para el almacenamiento de unos artículos cuyo uso inadecuado puede ocasionar accidentes.

Ana Navas, portavoz de la oficina de prensa de la Jefatura de Armas, Explosivos y Seguridad de la Guardia Civil, recuerda a EFE la definición de estos artificios pirotécnicos: «Ingenios o artefactos cargados de materias o mezclas pirotécnicas, generalmente deflagrantes», por lo que «hay que extremar las precauciones a la hora de manipularlos», avisa.

CUATRO CATEGORÍAS, PERO MUCHO CUIDADO CON TODAS

Hay un Reglamento de Pirotecnia y Cartuchería en vigor que recoge cuatro categorías de artificios. Para la primera de ellas, la F-1, la edad mínima para su uso y compra es la de 12 años, su peligro es «muy bajo», el nivel ruido que provoca es insignificante y pueden usarse en zonas delimitadas.

Los calificados como F-2 tienen un peligro «bajo», al igual que su nivel de ruido. Y hay que tener mínimo 16 años para poder utilizarlos, pero siempre que sea al aire libre y en zonas delimitadas.

Tener 18 años es un requisito indispensable para comprar y utilizar los artificios de categoría F-3, que tienen un peligro «medio», su nivel de ruido no es perjudicial para la salud y solo pueden «tirarse» al aire libre en zonas de gran superficie.

Y existe otra categoría, la F-4, pero son artificios que solo pueden manipular expertos.


SOBRE TODO, SENTIDO COMÚN

«Sobre todo, sentido común». Es la primera respuesta de la agente Navas cuando se le pregunta por los consejos de la Guardia Civil para que la costumbre de tirar petardos en Navidad no se pierda por culpa de un mal uso de los artículos pirotécnicos.

Ante todo, la Guardia Civil recomienda que se adquieran estos productos en puntos de venta autorizados, porque son locales que «cuentan con instalaciones dotadas de las idóneas condiciones de conservación, algo que no pueden garantizar los puestos de venta ambulante, que tienen prohibida su comercialización al público», recalca el instituto armado.

Redacción (Agencias)