Después de pasar gran parte de los 90 de gira y sin escribir apenas canciones, Bob Dylan regresó en 1997 con Time Out of Mind, su primer trabajo en siete años. Mientras que Under the Red Sky, su anterior álbum, tenía un concepto más casual, Time Out of Mind fue mucho más cuidado, desde las canciones densamente detalladas hasta la producción oscura y atmosférica.
El álbum recuerda a Oh Mercy, el último disco que grabó Dylan con el productor Daniel Lanois, pero Time Out of Mind tiene una base más valiente: en general, las canciones son amargas y resignadas, y Dylan les da un color acertadamente angustioso a la hora de interpretarlas.
Además de la grandeza de Dylan, el álbum es exquisito en producción de sonido y arreglos. El paisaje sonoro aquí lo convierte en uno de los álbumes más destacados del artista de Minnesota. Time Out of Mind está repleto de fantasmas lejanos, pero es una reflexión sobre una vida vivida, no una reacción a las ideas de otra persona.
Redacción
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