La producción de hidrógeno de bajas emisiones pasará de menos de un millón de toneladas en 2021 a un valor superior de entre 16 a 24 millones en 2030. Según la Agencia Internacional de la Energía, si los proyectos que actualmente están en trámite se concretan, la cifra podría ser incluso superior siendo una gran noticia para el medioambiente.
Un informe publicado este 22 de septiembre informa que la demanda global llegó a alcanzar en 2021 unos 94 millones de toneladas superando el anterior récord de 2019 que mostraba 91 millones.
Sin embargo, el llamado hidrógeno de bajas emisiones solo ha logrado representar menos del millón de toneladas y, además, casi todo ha sido generado en plantas que queman los combustibles fósiles y luego capturan las emisiones de CO2 que generan para almacenarlo o incluso utilizarlo. Es decir, que el recurso a energías renovables fue mínimo.
Según predicen los expertos, con las políticas que se aplican ahora, la producción total pasará a 115 millones de toneladas en 2030 y el hidrógeno de baja emisiones podría suponer como mucho un 20 %.
Un mayor compromiso
Pero la agencia estima que si los gobiernos cumplen plenamente sus compromisos climáticos, esa cifra podría subir hasta 130 millones, y el porcentaje de baja emisiones superaría el 25 %.
Si se completaran los proyectos de electrolizadores programados y se cumpliera ese aumento de las capacidades de fabricación, los costos podrían reducirse en un 70 % para comienzos de la próxima década respecto a los actuales.
La AIE insiste en que para que el hidrógeno de bajas emisiones deje de tener el papel marginal que desempeña ahora hace falta «un mayor apoyo político».
Redacción (Agencias)
