La carpa prusiana es una especie invasora en Europa y se debe, entre otras cosas, a su extraña forma de reproducción. Para tener descendencia las hembras usan espermatozoides de otras especies, un método que se ha comprendido mejor después de que un equipo de investigación analizara su genoma completo.
Este pez de origen asiático tiene una gran ventaja reproductora frente a sus parientes cercanos con los que compite por el hábitat en Europa, como el carpín (una especie amenazada) y el pez dorado. Esta especie, formada casi exclusivamente por hembras, aprovecha los espermatozoides del macho carpín u otros peces pertenecientes al orden los cipriniformes para fecundar sus huevos, pero luego destruye ese material genético ajeno y crea clones de la madre.
El material genético del macho es descompuesto en el óvulo sin que sea usado, una forma de reproducción que se llama partenogénesis dependiente de espermatozoides o nacimiento virgen. De este modo, todas las crías producidas de esta manera son clones femeninos de la hembra. Por lo tanto, la mayoría de las poblaciones de carpa prusianas son exclusivamente femeninas.
El equipo científico decodificó completamente, por primera vez, el genoma de la carpa prusiana, lo que le ayudó a entender mejor el mecanismo que hay detrás de este sistema de reproducción. Los animales que se reproducen sexualmente normalmente tienen un conjunto doble (diploide) de cromosomas. Para la reproducción, los cromosomas de hembras y machos de dividen en células germinales (meiosis) y solo se transmite un conjunto simple (haploide) de cromosomas a la vez. La fusión del óvulo haploide y el espermatozoide haploide nuevamente crea un organismo diploide. La carpa prusiana es hexaploide, tiene seis juegos de cromosomas. Cuatro de ellos se juntaron mediante cruces de especies de peces no relacionadas, los otros dos se agregaron al cruzarse con un pariente cercano.
Redacción (Agencias).