Lunes, mediados de enero, frío, sin vacaciones a la vista… eso es lo que caracteriza al día de hoy, que se ha llamado Blue Monday.
El Blue Monday es como se ha llamado al considerado «el día más triste del año». Lógicamente, esta fecha cambia cada año, porque para sus inventores era fundamental algo: que fuese un lunes. Así, se celebra cada año el tercer lunes de enero.
Si es el día más triste del año es, según dicen, por una fórmula matemática, en la que entran en juego la tristeza, el pesimismo y la incertidumbre. Bueno, y por supuesto, el frío.
Y es que las bajas temperaturas, unidas a los excesos navideños, a que ya ha habido tiempo suficiente como para desistir de los propósitos de año nuevo y la cuesta de enero pueden afectar negativamente a nuestro ánimo.
¿Cuál es el origen del Blue Monday?
Este día empezó a fraguarse en 2005, cuando un profesor de la Universidad de Cardiff, Cliff Arnall, empleó por primera vez este término para referirse al resultado de una supuesta fórmula matemática.
Según Arnall, se habría basado en un patrón, en el que influyen muchos parámetros distintos, que determina cómo de felices nos sentimos a lo largo del día.
Eso sí, la comunidad científica no ha respaldado precisamente este invento: aseguran que es una pseudociencia, ya que se considera que es incompatible con el método científico. No obstante, el concepto de «Blue Monday» es cada vez más conocido… y no son pocos los que están de acuerdo en que es un mal día.
¿Cómo combatir a la tristeza?
Eso sí, no todo está perdido. Porque si empezamos el día pensando que va a ser malísimo… seguro que lo será. Así que contra el pesimismo, optimismo. Y no hay nada mejor que demostrarlo sonriendo. Y no está de más recordarlo de vez en cuando, porque… ¿sabías que el 3% de los españoles no sonreirá hoy? Además, el 25% apenas lo hará, y el 42% sonreirá entre 6 y 15 veces a lo largo del día.
Es importante recordar que sonreír tiene muchos beneficios. Dice la ciencia que sonreír mejora el bienestar, reduce los niveles de dolor y estrés, mejora la salud cardiovascular, mejora las defensas, hace que vivamos más tiempo y, por si todo esto fuera poco, nos ayuda a superar el miedo.
Muchos motivos para sonreír… sea el día que sea.
Redacción
