A menudo, los gatos se quedan mirando fijamente a un punto concreto como si viesen algo. Algo que los humanos no podemos ver.
Tanto los dueños de gatos como todo aquel que haya compartido un rato con uno habrán sido testigos de algo que hacen que resulta, para muchos, perturbador. Y es que, de repente, se quedan mirando al vacío o hacia una pared, como si estuviesen observando algo que nosotros somos incapaces de ver.
Esta conducta ha hecho que se extienda la creencia de que captan presencias paranormales. Más de un miedoso habrá pasado malos ratos creyendo que comparte la casa con un fantasma… pero no.
Una vista prodigiosa
En realidad, la explicación es mucho más mundana. Y es que los gatos tienen un sentido de la vista especialmente desarrollado, especialmente en la oscuridad. A eso se le suma un oído y un olfato muy por encima de los de los humanos.
Por eso, los gatos pueden ver longitudes de luz que los humanos no podemos, como la luz ultravioleta. O, al menos, así lo asegura un estudio elaborado en el año 2014.
Entonces, ¿qué miran los gatos?
Este estudio llegaba a la conclusión de que los gatos tienen en sus ojos más varillas sensibles a la luz que los humanos, lo que les permite percibir reflejos y destellos de luz, incluso cuando la luz de la habitación es muy tenue.
Por eso, cuando un gato se queda mirando a la pared, a un punto indeterminado o, simplemente, al infinito, no hay nada que temer. Más que un fantasma, lo único que miran son cosas demasiado pequeñas como para que los humanos nos percatemos, como pequeños insectos o, incluso, motas de polvo.
Redacción
