El origen de la elaboración de las croquetas, también conocidas como «coquetas» o «cocretas», se localiza en Francia en el siglo XVII. De hecho, el nombre proviene de la palabra francesa «croquer», que significa crujir. Y aunque, hay muchas teorías sobre su inventor, la más conocida es que proviene de un chef de la corte de Luis XIV en el año 1619. Pero, otros le atribuyen el invento gourmet al fundador de la cocina clásica, Monsieur Escoffier, en 1898.
En fin, sea como sea, con el paso de los años y especialmente, con la globalización, este relleno de bechamel se ha expandido por todas partes del mundo. Tanto es así que, en Miami, decidieron en 2017, dedicar el uno de octubre al Día de la Croqueta. Una iniciativa que nació de un restaurante que, en el periodo que va desde su fundación en 1975 a 2017, vendió más de 20 millones de unidades de croquetas. Es más, Sergio´s the Coral Gables, presume con un cartel en su fachada de ser «Croqueta Nation».
Desde entonces, en el restaurante, en homenaje a este día y este pasabocas, se celebra, anualmente, una gran degustación de esta masa de bechamel rebozada. A la de este año han acudido 300 amantes del plato que se han deleitado con la croqueta más larga del mundo. Así es, un amasijo frito de dos metros de extensión y que, para poder cocinarlo, han tenido que fabricar una freidora especial a la que, los organizadores, han apodado como «Frankestein».
Pero es que, al margen de este Día de la Croqueta, Miami, también realiza el «Croquetazo«, un concurso que premia al que más «cocretas» coma. Aunque, pese a la pandemia, lleva dos años sin celebrase, el último ganador, Joey Chestnut, alcanzó el récord de digerir 158 masas ovaladas en ocho minutos.