La cantante Lily Allen ha dado un giro a su carrera y a su vida personal. No solo ha dejado las adicciones, sino que además se ha estrenado en el teatro.
Tras dos años sin consumir alcohol o drogas, Lily Allen dice encontrarse en un momento muy bueno de su vida. A sus 36 años, la cantante forma parte de un thriller que se presenta en el West End de Londres.
A Ghost Story, un thriller teatral
Lily Allen lleva desde 2018 sin sacar nuevo disco, después de la publicación de No Shame. Ahora, ha decidido dar un giro a su vida profesional, pasándose al teatro.
La obra en la que participa se llama A Ghost Story, un thriller que permanecerá en el teatro londinense West End durante 10 semanas.
Lily Allen interpreta a Jenny en el que será, previsiblemente, el renacer de la artista. Y lo hace a todos los niveles, ya que, además de volver a trabajar a nivel artístico, sino también colaborando con algunas marcas. Es el caso de Fendi, que ha empezado a trabajar con Lily Allen en redes sociales.
Una vida sin adicciones
Este es el renacer de Lily Allen, tras años alimentando la polémica. Y es que tenía una vida repleta de adicciones desde la adolescencia, vida que ha dado paso a un día a día mucho más sano, con paseos matutinos, vida familiar y en ropa deportiva, tal y como muestran sus redes sociales.
A finales de julio, la cantante celebraba sus dos años alejada del alcohol y las drogas con una publicación en Instagram. Aseguraba que limpiarse es «lo mejor que ha hecho en la vida».
En esa época, los escándalos se sucedían en su vida. Eran constantes las publicaciones de la artista bebiendo (como la de 2016, en la que aparecía en el carnaval de Notting Hill bebiendo de una botella de whisky cargada sobre el hombro de un amigo) o formando parte de escándalos amorosos. Pero esa vida ya pasó a la historia.
Una nueva vida
Parte de su recuperación ha estado relacionada con su actual marido, David Harbour (Jim Hooper en Stranger Things), con el que se casó en 2020. Se casaron en Las Vegas, en la capilla Graceland.
Ahora, seguro que su inclusión en el teatro es una nueva etapa, que ayuda a Lily Allen a mantener el buen ritmo de su vida. Si bien esta es la primera aparición de Lily Allen, el mundo de las tablas no le es ajeno. Y es que su padre, Keith Allen, es un actor de cine y televisión. Ha participado en producciones de tanta trascendencia como Los otros, de Alejandro Amenábar.
Redacción