A pesar de que el planeta solo cuenta con dos hembras de la especie del rinoceronte blanco del norte, Najin y Fatu (madre e hija) , no van a extinguirse, como si lo hizo el rinoceronte negro. Ambas se encuentran en Kenia, y gracias al zoológico checo de Dvur Kralove, no volverán a sentirse solas.
Serán inseminadas a finales de este año con con 12 embriones puros. Fati, a diferencia de su madre, Najin, si podrá formar parte de esta repoblación junto con las hembras de la especie blanca del sur, para que así la especie crezca lo más rápido posible.
Esta solución, se ha tenido que tomar a contra reloj, debido a que esta especie no fue capaz de reproducirse por medios naturales en el parque nacional de AI Pejeta en Kenia. Así que, la fecundación «in vitro» y la implantación en rinocerontes hembras de una especie hermana es la única manera de salvarla de la extinción.
Los tres últimos embriones, creados el 9 de julio en un laboratorio italiano , proceden de los óvulos de Fatu y del esperma de Suni, su abuelo (ya fallecido), así como de otro macho. Con los análisis y las pruebas pertinentes realizadas, todo está listo para la inseminación. Así que sin más dilación, que comiencen los juegos de la recreación.
