Un 30 de abril de 1988, una jovencísima Céline Dion ganó el Festival de Eurovisión que se celebraba en Dublin, Irlanda. La canadiense representó a Suiza con el tema ‘Ne partez pas sans moi’ con el que consiguió la primera posición de la 33ª edición del certamen europeo, uno de los más reñidos que se recuerdan.
La artista ganó por tan sólo un punto a Reino Unido, que estaba representado por Scott Fitzgerald. Yugoslavia era último país en votar y decidió otorgar 6 puntos a Suiza y dejar sin votos a Reino Unido.
Ganar Eurovisión, sin duda, terminó de catapultar al estrellato a Céline Dion que se convertiría en la década de los noventa en una de las cantantes más exitosas de la historia, tras vender más de 100 millones de discos en un periodo de diez años.
Redacción
