Un estudio realizado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales y el Instituto Catalán de Ornitología (ICO) desvela que, al contrario de lo que se creía, durante el confinamiento domiciliario que en nuestro país se prolongó entre los meses de marzo y junio de 2020, no había más aves en el entorno urbano, sino que únicamente se oían y veían más y cambiaron de comportamiento.
Los resultados revelan que los cambios inducidos por el confinamiento al que obligó la evolución de la Vovid-19 fueron «demasiado drásticos y repentinos y no fueron lo suficientemente largos» como para permitir procesos de colonización y expansión de las aves en el territorio urbano.
La mayor visibilidad de las aves fue además fruto de la reducción del ruido de coches y de la actividad humana en horas punta, lo que favoreció que los pájaros fueran activos para comunicarse y buscar alimento.
El 15 de marzo de 2020 se puso en marcha el proyecto #JoMeQuedoEnCasa de ornitho.cat con el objetivo de entender sus efectos en la naturaleza tan sólo 224 horas después de declararse el estado de alarma en España.
