Un estudio realizado por la Universidad de Lancaster (Reino Unido) y del Instituto de Investigación Sanitaria Fiocruz en Brasil revela que los bebés nacidos de madres expuestas a precipitaciones extremas en la Amazonía brasileña eran más pequeños por la restricción del crecimiento fetal y al nacimiento prematuro.
En concreto, el estudio realizado durante once años sobre los recién nacidos de 43 municipios altamente dependientes del río en el estado de Amazonas, en Brasil, reveló que las lluvias extremas asociadas al cambio climático provocaban una reducción del peso de los bebés debido a un parto prematuro o a restricciones con la reducción media del peso de casi 200 gramos.
Los científicos recuerdan que el bajo peso al nacer tiene consecuencias para la salud y el desarrollo a lo largo de toda la vida.
