A falta de público por culpa del coronavirus, los clubes de las competiciones que se mantienen con vida a lo largo del planeta se las tienen que ingeniar para rellenar sus recintos deportivos con aficionados silenciosos: maniquíes y robots, en fútbol y béisbol, respectivamente, sustituyen a los habituales hinchas ruidosos.
Los primeros en utilizar «seres» no humanos para aliviar los agujeros de las gradas de su estadio fueron los dirigentes del Dinamo de Brest (la Liga de fútbol de Bielorrusia), que apostaron por vender entradas virtuales para aquellos aficionados que no pudieran acudir al estadio. De momento, la asistencia en directo no está prohibida en Bielorrusia, pero algunos hinchas no quieren ir por temor al coronavirus.
Sin embargo, con esa iniciativa del Dinamo de Brest, pueden animar a su equipo sin estar presentes. Aquellos que compran una entrada virtual, tienen asegurado en su asiento un maniquí con su cara impresa para simular que están en las gradas.
Mientras, en China, poco a poco ven la luz. El país asiático ha permitido el regreso de algunas competiciones como el béisbol. Eso sí, los partidos se deben disputar sin público. Uno de los clubes implicados en la Liga China de béisbol, el Rakuten Monkeys, no quiere dejar a sus jugadores solos sobre el terreno de juego y ha ideado una fórmula para sientan compañía desde las gradas.
En este caso, en vez de maniquíes utilizan robots. En total, hasta 500 ocuparon este sábado los asientos de las gradas del Taoyuan International Baseball Stadium para que no haya una sensación de vacío total. Además, portaron pancartas con mensajes para los jugadores y, como curiosidad, lucieron mascarillas como medida de precaución simbólica para protegerse del coronavirus. Esta medida la anunció el club en su cuenta personal de Twitter, desde donde también lanzó un mensaje en forma de deseo: «Esperamos volver al habitual bullicio del estadio».
Redacción (EFE)