Pedalear a Santiago en bici estática

Con 35 años, una discapacidad intelectual y una rutina paralizada por el coronavirus, Santi se ha propuesto hacer el Camino de Santiago en bici estática y pedalear todos los días, etapa tras etapa, con la vista puesta en el Apóstol y las piernas en los pedales hasta que termine el estado de alarma.

Es uno de los 147 residentes del centro que tiene la Fundación San Cebrián en San Cebrián de Campos, una localidad palentina de poco más de 430 habitantes que no está exactamente en la ruta jacobea, aunque sí muy cerca, desde la que Santi ha decidido iniciar su particular Camino de Santiago coincidiendo con el inicio del estado de alarma.

La idea se la propuso su fisioterapeuta, Fernando, para romper la nueva rutina en la que se han visto inmersos él y todos los residentes del centro, darle apoyo emocional, mantener a raya la ansiedad y la frustración y de paso perder un poco de peso.

Al principio se planteó hacer cien kilómetros, unos diez al día durante 15 días, pero cuando se prorrogó el confinamiento decidió pedalear sin un horizonte fijo, «hasta que esto acabe» y subir la intensidad para no pensar en otra cosa. Un ritmo que le llevaría, en un mes, como poco hasta Villafranca del Bierzo, en tierras leonesas, y si se da caña, casi hasta O Cebreiro, ya en tierras gallegas.

Redacción (EFE)