Nueve de cada diez adolescentes entre 14 y 16 años tiene un perfil propio en una red social, lo usa para poder sentirse integrado en el grupo y lo que más espera es recibir un «like» o un me gusta a lo que cuelga, aunque el 83,5% sabe que en las redes sociales se miente más que en el cara a cara.
Lo concluye el estudio «Las TIC y su influencia en la socialización adolescente», realizado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Google y BBVA dentro del proyecto Conectados, que busca promover el uso adecuado, productivo y responsable de las redes sociales e internet entre los jóvenes.
La mayoría de ellos afirma tener un perfil para que los demás le vean, respondan a lo que comparten y obtener su aprobación, mientras que lo peor para ellos es no recibir respuesta o el rechazo.
Los adolescentes prefieren Instagram (para publicar y ser vistos) y Youtube (para consumir contenidos, sentirse fan), pero también utilizan mucho Twitter (para seguir a sus ídolos) y Facebook (como plataforma para juegos y mantener amistades lejanas). Para el contacto día a día con amigos y familiares eligen Whatsapp.
Redacción (EFE)