Según el doctor Alejandro Guillén-Riquelme, de la Cátedra de la Investigación del Sueño, cenar abundantemente altera el sueño, tanto en cantidad como en calidad. Por ello, conviene descansar con la digestión ya hecha y esto facilitará el descanso. Se convierte así en un factor negativo, además del aumento de peso.
Los expertos recomiendan que las comidas sean lo más saludables posible, especialmente en Navidad; alargar las sobremesas, caminar y acostarse dos o tres horas después de haber ingerido la última comida del día.
Redacción (Agencias)