La polución cambia los olores de las plantas y puede desorientar a las abejas cuando buscan su comida. Esto sucede porque las interacciones químicas reducen la esperanza de vida de los aromas de las flores. Sin embargo, las corrientes del aire pueden llevar estos olores hasta cientos de metros donde las abejas tienen sus colmenas.
Los investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos han realizado un estudio acerca de este problema. Sus resultados, han descubierto que la contaminación del aire influye en la disminución de la población de abejas.
Redacción (Agencias)