‘Jet lag’ por el horario de invierno

Los trastornos en el organismo provocados tanto por el cambio de hora de verano como por el de invierno son pocos y suaves, fundamentalmente cansancio y alteraciones en el estado de ánimo, y están «controlados» por el hipotálamo, una región situada en la base del cerebro que regula el ciclo sueño/vigilia.

En la madrugada del sábado al domingo a las tres de la madrugada hora peninsular hay que retrasar los relojes una hora, con lo que ese día tendrá, oficialmente, una hora más, y se recuperará así el horario de invierno que, según los expertos, afecta «poquísimo».

Según algunos expertos, los jóvenes sufren cambios horarios mucho mayores los fines de semana cuando salen y probablemente esto tenga más repercusión en el organismo, de hecho se está estudiando, pero nadie le da importancia.

Redacción (Agencias)