La lluvia amarilla

Nos situamos en Ainielle, en el norte de la provincia de Huesca. No se molesten en buscar el enclave en Google Maps, lo único que encontrarán es un punto de referencia entre Biescas, Sabiñánigo y otros municipios del Alto Gállego aragonés. Y es que hace ya mucho, más de medio siglo, que el poblado quedó solo. Pero, para que un pueblo muera, hace falta que fallezca otro protagonista: el último superviviente.

En este caso, Andrés, la voz que relata la experiencia de sobrevivir aislado del resto del mundo en esta especie de corredor de la muerte. Allí vive su día a día, esperando a que llegue la parca y acabe no sólo con su vida, sino con lo que le causa más dolor: con la del pueblo que le vio nacer. A él y a todas las generaciones que le antecedieron.

Andrés jamás pensó en abandonar Ainielle. Eso no iba con él. No como el resto de vecinos, incluso sangre de su sangre, que tarde o temprano abandonó las calles nevadas. (¡Traidores!). Una resistencia a dejar atrás sus raíces que le ha llevado a convertirse en un auténtico ermitaño y a defender con uñas y dientes lo poco que queda del pueblo. Una soledad enfermiza que le lleva al delirio más extremo y a la reconciliación con su pasado a través de los fantasmas del recuerdo que se niegan a abandonarlo a su suerte.

25 años hace ya desde que viera la luz este maravilloso relato. Un cuarto de siglo después, la emoción que emana la narración continúa transmitiéndose a través de las vivencias de este viejo cascarrabias. Un texto que aunque lleve escrito décadas, puede ser la realidad a día de hoy de numerosos pequeños pueblos de nuestra geografía.

Ismael Arranz
@iarranz

La lluvia amarilla
Julio Llamazares
Seix Barral, 2013
ISBN: 978-84-322-2022-7
Precio: 14 €
eBook: 9,99 €