¿Tienes mascota? ¿Te imaginas que, tras perderla, aparece décadas después? Pues ha pasado… en Brasil.
Y claro, para esta historia no nos vale cualquier animal. Hablamos, cómo no, de una tortuga… ¡que apareció 30 años después de haberla dado por perdida! Manuela, como se llamaba el quelonio, era un animal muy querido en la casa de los Almeida. Éstos decidieron hacer un día reformas en su casa, momento en el que los albañiles cometieron el error de dejarse la puerta de su casa abierta.
Por ello, la familia imaginó que la tortuga se había escapado… y la dieron por perdida. No sabían que Manuela se había escondido en la habitación del padre de familia: Leonel, cuyo cuarto no se abría casi nunca por la gran cantidad de trastos que contenía.
Todo cambió treinta años después cuando murió Leonel. Los hijos decidieron limpiar el cuarto tras su muerte… ¡cuando se encontraron a Manuela agazapada dentro de la caja de un tocadiscos! «Un vecino me preguntó si estaba tirando la tortuga, bajé la mirada y la vi… ¡me quedé blanco!»
Tras esto, comenzaron las preguntas. ¿Cómo podía haber sobrevivido Manuela tanto tiempo en un cuarto lleno de trastos? Con la ayuda de un veterinario, los Almeida llegaron a la conclusión de que la tortuga podría haberse alimentado de pequeños insectos. Además, el veterinario aseguraba que ésa especie en concreto podía sobrevivir dos o tres años sin comer.
Sea lo que sea -y aunque estas historias siempre nos den una alegría- ya sabéis, no os dejéis la puerta de casa abierta… por lo que pueda pasar.
Borja Bermúdez-Cañete / Agencias
