Marilyn Monroe "no quería morir"

El psiquiatra forense experto en toxicología y especialista en Medicina Legal y Criminología José Cabrera ha concluido, tras analizar centenares de documentos desclasificados el último año por el FBI, que la actriz Marilyn Monroe «no tenía comportamientos suicidas» los días antes de morir.

«Marilyn no quería morir, de ninguna manera», insiste el médico, autor del libro «CSI: Marilyn (Caso Abierto»), quien, tras haber escuchado grabaciones de las conversaciones de la actriz con su psiquiatra, Ralph Greenson, y escrutado 86 tomos con más de 2.000 documentos del FBI sobre su muerte, se muestra convencido de que la actriz «tenía proyectos». «Mi opinión personal es que esto fue un accidente, ella era una superviviente, era una mujer que había vivido en doce orfelinatos, pero no podía dormir», relata Cabrera, que cree que ese hecho pudo llevarla a excederse al automedicarse con somníferos.

El próximo 5 de agosto se cumplirán 50 años del fallecimiento de la mujer más fotografiada del mundo, la actriz más glamourosa y sensual de la historia del cine; una joven que murió, oficialmente por sobredosis de barbitúricos, a los 36 años, que había sido amante del hombre más poderoso del mundo y lo era en ese momento de su hermano (John F. y Robert Kennedy), y se sentía tremendamente sola. Según ha señalado el forense, «había muchos interesados» en la muerte de Marilyn, desde el propio J. Edgar Hoover (director del FBI al que Cabrera diagnostica como «paranoico») a la mafia, y también los había en que su muerte, añade Cabrera, apareciera como suicidio.

El libro incluye un resumen de la autopsia realizada por el doctor Noguchi, fotocopias de los documentos del FBI y varias fotografías, que recogen desde la habitación en que murió hasta el rostro de la actriz en la mesa de autopsias, así como su lápida, adornada por las rosas que durante 20 años reponía cada semana su exmarido Joe DiMaggio.

Redacción (Agencias)