"Ojalá pierda mi imagen de moñas"

En su tercer disco, Conchita se ha calzado unos «Zapatos nuevos» para dejar atrás su imagen de chica triste, romántica y melancólica. Sin ocultar su deseo de que «ojalá» se pierda la imagen que tiene de «moñas», regresa con otro color de pelo, un humor distinto, «más optimista», y hasta se ha atrevido tocando la batería. «Es lo que me apetecía hacer ahora mismo», ha dicho la cantante, conocida por temas de corte melancólico como «Tres segundos», «Nada que perder» o «Puede ser«, de su disco de debut, «Nada más» (2008), con el que consiguió los Premios de la Música a la mejor artista y a autora revelación.

Pese a su temprano éxito, quizás un tanto abrumador, y a sus colaboraciones junto a figuras de la talla de Antonio Vega, Álvaro Urquijo y Bebe, es ahora cuando Conchita (Helsinki, 1980) se siente bien consigo misma «por motivos personales», como refleja su single, «La guapa de la fiesta». Ese estado de ánimo se ha cristalizado en diez temas nuevos y una versión con una producción, unas melodías y algunas letras «más optimistas» que en sus discos previos.

«Zapatos nuevos» llega tras un EP, «Tocando madera» (2010), y un segundo disco, «4.000 palabras» (2009), que pasó un tanto desapercibido. «Fue una pena, porque era muy bonito. Sólo sonó una canción y yo creo que no era el single del disco. Salió muy pegado al primer disco y hay que dejar que la gente descanse de un artista«, ha reconocido con la máxima sinceridad.

Orgullosa de sus «Zapatos nuevos» y de lo aprendido por el camino, ha confesado que es más amiga del calzado plano («me tropiezo mucho») pero que aún así, en la gira que comenzará el 21 de mayo en la sala Clamores de Madrid, se calzará tanto los tacones como las ganas de demostrar que, además de hacer canciones tristes, también puede hacer bailar a sus espectadores.

Irene Belmonte – Agencias