La tos crónica puede llevar a la depresión

La tos es el síntoma más frecuente en la población que demanda atención médica, un problema es que si dura más de 8 semanas debe ser considerado como tos crónica, así pasa de ser un síntoma a un problema del paciente que puede llegar a la depresión, ante la falta de un diagnóstico y el largo peregrinaje de especialistas que debe de visitar para conseguir un tratamiento adecuado, explica el doctor Adalberto Pacheco responsable de la Unidad de Tos Crónica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

«El problema con el tosedor crónico es que es un paciente que lo pasa muy mal, sufre un peregrinaje por múltiples consultas de entre 6 y 8 especialistas de promedio; es un problema muy molesto que puede cursar incluso con síndrome depresivo por el rechazo social, ya que se tiene la sensación de que puede ser algo más grave de los habitual», advierte.

Según estudios internacionales, estadounidenses y británicos, principalmente, la tasa de la población adulta afectada podría encontrarse entre el 6 y el 10 por ciento, y, teniendo cuenta las visitas a la Unidad de Tos Crónica del centro hospitalario y a los de su propia unidad privada, el perfil sería el de una mujer de entre 50 y 60 años.

La evaluación diagnóstica de la tos puede ser complicada porque es un síntoma no específico con un amplio diagnóstico diferencial. «El problema es que no pertenece a una especialidad en concreto, tiene varias posibles causas, y no existe una especialidad única que aglutine una unión de todas esas especialidades para su diagnostico», señala.

Al ser la tos un arco reflejo, el inicio de la tos se debe a la presencia de receptores que son estimulados por diversas causas. Estos receptores se encuentran en diversos lugares del organismo, por lo que el estudio de la tos crónica se fundamenta en un diagnóstico anatómico, esto es, la sistematización de exploraciones allí donde existen receptores de la tos: pulmón, bronquios y tráquea, faringe-laringe, senos faciales, sistema auditivo y esófago.

La tos crónica en muchas de sus causas suele requerir para su solución tratamientos largos, de meses, y a menudo médicos y pacientes desconocen los datos precisos del manejo y se producen fracasos muy frecuentes por abandono. Sin embrago, explica Pacheco, entre un 80 ó 90 por ciento de los casos se soluciona, pero un 10 por ciento se queda sin resolver a lo largo del tiempo.

 Redacción (Agencias) / Silvia Barradas