¿Vida en Marte?

El vehículo explorador Curiosity continúa «en perfectas condiciones» su ruta a 3.600 metros por segundo hacia la meta de su travesía de 566 millones de kilómetros: Marte. Curiosity, lanzado el 26 de noviembre de 2011 y cuya misión se ha programado para dos años, está diseñado y equipado para investigar si Marte es, o ha sido alguna vez, capaz de sustentar formas de vida.

Si todo sale bien, el Curiosity se apoyará en el suelo marciano este mismo lunes, cuando el planeta se encuentre a 248 millones de kilómetros de la Tierra. Una vez que entre en la atmósfera de Marte, cien veces menos densa que la de la Tierra, comenzarán los llamados «siete minutos de terror» de su complejo descenso sobre Marte.

La fricción atmosférica por sí misma no es suficiente para frenar el descenso, por lo cual a unos 11 kilómetros de la superficie marciana se desplegará el paracaídas supersónico de 16 metros de diámetro, el más grande que haya construido la NASA. En ese momento el paracaídas, que pesa unos 45 kilogramos, estará soportando una fuerza de 29.500 kilogramos, y aminorará la velocidad de descenso a unos 320 kilómetros por hora.

Cuando la cápsula esté a unos 8 kilómetros del suelo se soltará el escudo térmico, como la tapa de una sartén invertida, dejando al descubierto la «panza» del vehículo, desde la cual las cámaras tomarán imágenes de alta resolución, y un radar ayudará en la navegación hasta el punto elegido para el descenso. Doce segundos antes del contacto, Curiosity desplegará sus seis ruedas neumáticas en los extremos de patas articuladas y descansará en Marte.

La atmósfera de Marte, compuesta mayormente de dióxido de carbono con trazas de nitrógeno y carbono, es cien veces menos densa que la de la Tierra, que es una mezcla de nitrógeno, oxígeno y otros gases.

Redacción (Agencias)