Parece que ahora que la barba está de moda, hemos dejado un poco de lado el afeitado; pero este hábito sigue siendo un ritual cotidiano para la mayoría de hombres.
La firma Noxzema (Laboratorio Genové) ha recopilado los aspectos más curiosos y desconocidos sobre este hábito que, a buen seguro, no sabías:
- Crece a una media diaria de 0,3 milímetros: esta es la media aproximada a la que aumentan las barbas durante cada día.
- 780 horas: esta es la cifra de horas que se suele dedicar a esta tarea a lo largo de la vida. Durante estos más de 30 días los hombres llegan a retocar y eliminar unos 8 metros de pelo aproximadamente.
- Los primeros afeitados se produjeron en la antigüedad: existen documentos que certifican la presencia de piedras afiladas que se utilizaban para este uso y que tienen hasta 2,5 millones de años, un dato que demuestra la antigüedad de este ritual masculino.
- Suponía una ventaja en el cuerpo a cuerpo: la barba era un punto de ataque para los contrincantes que se enfrentaban en el momento de la lucha. En la Edad de Piedra se llegaban a utilizar para el afeitado unas pinzas creadas a base de cuernos o piedras afiladas.
- Contrariamente a lo que muchos piensan, afeitarse a contrapelo no funciona: si realizas el afeitado en dirección contraria a la que crece el pelo se provocarán rojeces, vellos encarnados (foliculitis de la barba), e incluso puede dejar cicatrices.
- Era un símbolo de poder: en las civilizaciones egipcias, griegas y romanas tener barba simbolizaba autoridad y respeto.
- Existen personas pogonofóbicas: se trata de una patología que tienen las personas con miedo al vello facial. Es un término que se utiliza desde el siglo XIX y describe un miedo persistente hacia las barbas.
- Es aconsejable dejar actuar los efectos de la espuma: es importante dejar actuarla y permitir que la piel pueda absorber los activos que contiene, con el fin de crear una película protectora que prepare la piel para su afeitado.
- Es recomendable el uso de productos fabricados por expertos en dermatología: están especialmente indicados para pieles sensibles, para poder evitar la aparición de eccemas cutáneos y foliculitis.
- Indicaba la posición social: en la civilización mesopotámica se llevaban unas barbas cruzadas y con una elevada presencia de rizos y además eran un indicador del estatus social en el que se encontraba la persona, en función de la longitud de la misma.
Redacción