Los tiburones se encaminan a la extinción

Tras décadas en alarmante declive, las acciones de gestión y conservación han servido para que algunos depredadores oceánicos, como los atunes y los marlines se estén recuperando pero esos esfuerzos no han llegado a los tiburones, que cada día están más cerca de la extinción.

Así se advierte en un estudio publicado en la revista Science y liderado por María José Juan Jordá, del centro tecnológico AZTI, y hecho en colaboración con la Universidad Simon Fraser y la Fundación Internacional de Sostenibilidad de los Productos del Mar.

Los resultados del estudio demuestran dos cosas: que las acciones de conservación y gestión para proteger a grandes especies oceánicas como los atunes y los marlines (familia de peces con arpón como las agujas o los peces vela) han servido para evitar su extinción y que es urgente extender estas medidas de protección a los tiburones.

La intensa actividad pesquera a la que, desde el siglo XX, se ha sometido a los océanos del planeta, ha llevado a la sobreexplotación de la mitad de las poblaciones de peces con valor comercial, pero sus efectos sobre el resto del ecosistema marino se han estudiado poco.

Para evaluar el estado de salud de la biodiversidad oceánica, el impacto de la pesca y la utilidad de los esfuerzos de conservación, el equipo ha desarrollado el Índice de la Lista Roja (RLI, por sus siglas en inglés).

Este indicador global recoge datos registrados por los Organismos Regionales de Ordenación Pesquera de 52 poblaciones de atunes, marlines y tiburones (los grandes centinelas de la salud oceánica) y varios indicadores de salud de los ecosistemas marinos más alejados de las zonas costeras de los últimos 70 años.

Sin embargo, el riesgo de extinción de los tiburones, «que siguen estando muy poco gestionados» y que son capturados de forma incidental en las pesquerías, «sigue aumentando», advierte el estudio.

Redacción.