Un grupo internacional de científicos ha hallado en la cuenca de Turkana, en Kenia, un conjunto de herramientas de piedra olduvayenses de entre 2,75 y 2,44 millones de años. El descubrimiento confirma que los primeros humanos ocuparon esa región durante unos 300.000 años, demostrando una sorprendente capacidad de adaptación ante un entorno extremadamente hostil. Estas herramientas, consideradas algunos de los primeros “cuchillos multiusos”, reflejan un importante avance tecnológico que permitió a los homínidos acceder a nuevas fuentes de alimento y sobrevivir a condiciones ambientales cambiantes.

Los investigadores sostienen que este hallazgo marca un punto de inflexión en la evolución humana, al evidenciar la resiliencia y la continuidad cultural de nuestros antepasados. En el yacimiento de Namorotukunan, los expertos identificaron tres capas arqueológicas que muestran cómo, a lo largo de milenios, los homínidos mantuvieron sus métodos de fabricación de herramientas pese a los drásticos cambios del paisaje, que pasó de humedales a zonas áridas. El estudio sugiere que la producción de estas herramientas no fue una innovación aislada, sino una tradición tecnológica establecida que se extendió por buena parte de África oriental.
Además, los análisis del terreno, las cenizas volcánicas y los restos de plantas permitieron reconstruir el clima de la época, caracterizado por incendios, sequías y transiciones ecológicas extremas. Los expertos concluyen que el desarrollo del Olduvayense pudo haber sido una respuesta directa a la necesidad de adaptarse y diversificar la dieta, incorporando carne a su alimentación. Este avance técnico y conductual, según los investigadores, demuestra que los primeros humanos no solo sobrevivieron, sino que prosperaron frente a la adversidad, sentando las bases de la evolución cultural y tecnológica posterior.
Redacción (Agencias).




