Un nuevo estudio ha generado preocupación sobre los posibles riesgos para la salud derivados del uso prolongado de suplementos de melatonina, especialmente en personas con insomnio crónico. El análisis, que siguió a 130.000 adultos durante cinco años, muestra que quienes tomaron melatonina durante más de un año presentaron un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca, hospitalización y muerte prematura en comparación con aquellos que no usaron el suplemento. Aunque los investigadores no han podido establecer una relación causa-efecto, los resultados sugieren que su uso continuado podría estar vinculado a problemas de salud graves.

La investigación, que se realizó con una gran base de datos internacional, mostró que las personas que usaron melatonina durante al menos 12 meses tuvieron un 90% más de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca. Además, los participantes que tomaron el suplemento fueron casi 3,5 veces más propensos a ser hospitalizados por este problema y casi el doble de propensos a morir por cualquier causa. Estos hallazgos subrayan la necesidad urgente de investigar más a fondo la seguridad de la melatonina, especialmente en términos de sus efectos sobre el corazón.
Aunque este estudio aún no ha sido revisado por expertos ni publicado en revistas científicas, se presentará en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón en noviembre, donde se espera que se aborden estas preocupaciones. Los expertos coinciden en que la melatonina, que se toma comúnmente sin receta médica, podría no ser tan segura a largo plazo como se pensaba, especialmente cuando se utiliza en dosis altas o durante períodos prolongados. Expertos en medicina del sueño han señalado que este estudio es un llamado de atención para revisar las prácticas médicas y los hábitos de los usuarios de este suplemento.
En cuanto a las recomendaciones, los especialistas sugieren que se deben llevar a cabo más ensayos y evaluaciones sobre el uso de melatonina para entender mejor sus riesgos y beneficios. Si bien la melatonina es comúnmente considerada una opción «natural» para mejorar el sueño, los resultados del estudio ponen en duda su seguridad a largo plazo, lo que ha llevado a algunos médicos a aconsejar precaución al utilizarla sin una indicación médica clara.
Redacción (Agencias).




