“Tres deseos” llega cargado de sentimientos, colores enfrentados y mucha independencia emocional
¿Coincidencia o guiño del destino? Leire Martínez ha estrenado su segundo single en solitario, “Tres deseos”, justo el 4 de julio, Día de la Independencia en Estados Unidos. Y no podía ser más simbólico: independencia es justo lo que lleva marcando el último año de la exvocalista de La Oreja de Van Gogh. Después de una salida turbulenta del grupo, Leire sigue apostando fuerte por su propio camino, y lo hace a golpe de canciones llenas de alma y mensaje.
“Tres deseos” habla de desamor, pero sin dramatismos gratuitos. Leire se planta en el videoclip con una estética sencilla pero impactante, jugando con los colores azul y rojo, símbolos de la lucha entre frío y pasión. Rodeada de rosas, corazón en mano y con un vestido que parece de hielo, nos deja claro que se ha blindado emocionalmente sin perder sensibilidad.
La cantante está viviendo un auténtico renacer artístico. No solo por su música, que ya suma temas como “Mi nombre”, “Mariposas” junto a Saiko, y ahora este nuevo single, sino también por sus pasos firmes en la actuación y la televisión. La veremos en una serie de Netflix y ya suena como futura profe de OT. Leire está demostrando que lo suyo va mucho más allá del pop melódico: es evolución pura.
Y aunque “Mi nombre” y “Tres deseos” suenan muy distintas, hay algo que las une: el desengaño como chispa de transformación. Leire está en plena reconstrucción artística y emocional, y lo está haciendo con mucha verdad, talento y sin perder nunca el control de su historia.
Redacción (Agencias).